Participantes:
Díaz Julimar, C.I. 13616600
Rodríguez Gloria, C.I.12009631
Terán Albys, C.I. 19069388
Profesor: José Camejo
Sabaneta, junio del 2013.
LOS 7 SABERES
NECESARIOS PARA LA EDUCACIÓN DEL FUTURO
ANÁLISIS
UNA LUCHA POR LA EDUCACIÓN DEL MAÑANA.
El
hombre enfrenta actualmente múltiples
problemas que afectan, en mayor o menor grado, tanto al mundo oriental como al
mundo occidental: el deterioro de la salud, del ambiente, de las relaciones
internacionales, el consumismo, la desigualdad, la pobreza extrema, los
perjuicio raciales la violencia, la corrupción, la perdida de la identidad
cultural, son, entre otros, problemas que se manifiestan en las diferentes
culturas. Junto a ellos, los cambios acelerados en el ámbito científico,
tecnológico, comunicacional, industrial, obligan a una reorientación de la educación sobre la base
de un nuevo paradigma que brinde sentido
y armonía a la vida del hombre.
Ante esta realidad urge emprender
acciones educativas, para el mejoramiento de la calidad de la educación, lo
cual debe convertirse en un reto, que
corresponde asumir, como un deber y
compromiso con nuestro país.
Para asumir y poder llevar a la práctica
este gran reto lo primero q necesitamos hacer es conocer las
propuestas curriculares y, considerar saberes que habitualmente son ignorados
en los planes de estudios de hoy en día.
Al respecto Edgar Morín en su libro los 7
Saberes Necesarios para la Educación del Futuro, considera que debemos abrirnos a nuevos pensamientos, a
nuevas ideas, a nuevas técnicas y destrezas para impartir el conocimiento, en
conjunto; y no creer ciegamente en las
teorías ya aceptadas y demostradas desde años anteriores por otros.
Ciertamente que la realidad de hoy no es
la misma del mañana, todo cambia, todo
evoluciona, todo se transforma.
En el libro, antes mencionado, el primer saber (Las cegueras del
Conocimiento: el Error y la Ilusión), el autor expresa que “todo conocimiento
conlleva al riesgo del error y la ilusión, ambas parasitan la mente
humana. Por lo que la educación del futuro debe afrontar el problema desde estos dos
aspectos, tratando de preparar cada mente en la batalla trascendental para la
lucidez.
A nuestro juicio deberíamos adoptar actitudes diferentes en nuestras escuelas respecto al error, Desde
las faltas ortográficas y aritméticas hasta las mentales, pasando por lo
ilógico, la intuición deficiente y el cálculo mal enfocado, hoy día se sigue
conceptuando el error como una prueba de fracaso en lugar de verlo tal como es:
un auxiliar orientador. Pues de su gran significación positiva se derivan
interacciones biológicas. Durante la niñez aprendemos tanteando, cometiendo
errores, a levantar la cabeza, andar y acomodarnos al medio ambiente. Ahí
reside el acoplamiento regenerativo con el error que es, simplemente, la
exploración de un ser animado en su entorno o, para ser más exactos, el proceso
básico del aprendizaje y el conocimiento. Por consiguiente el reponerlo como tal el transformarlo desde una sensación
de frustración a la de éxito, figura como una de las tareas más importantes de
una reforma docente.
Morín
en su escrito señala, los errores mentales, errores intelectuales, errores de
la razón y las cegueras paradigmáticas. Los cuales considera como el talón de
Aquiles del conocimiento. El primer error (mental) nos menciona que nuestras
mentes viven en errores e ilusiones, lo que nos lleva a hacernos de los mejores
recuerdos o ideas que más nos convengan pero así como sucede esto, también
sucede lo inverso que es quitar todo lo que no nos gusta, toda aquel pensamiento que no tenga un fin
conveniente para nosotros, nuestra mente sabe qué hacer con ella. Este error
hace que se relacione con el segundo (intelectual), ya que por elegir
instintivamente las ideas que mejor se nos acomoden llegamos al error
intelectual pues en este defenderemos esas ideas por el simple hecho de que
creemos en ellas, pero como lo menciona el tercer error de la razón, debemos
tomar en cuenta que es necesaria la autocritica para poder transformar nuestras
ideas y dar una mejora a estas mismas.
Lo que hace imperioso proponer y
desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales,
mentales, y culturales del conocimiento, sus
causas, procesos y modalidades, que permitan confrontar el error y la ilusión.
Segundo
saber del libro los 7 Saberes (Los Principio del conocimiento Pertinente). Aquí
comenzamos a resalta la tarea que tenemos
en lograr desarrollar la inteligencia general para solventar problemas globales
esenciales utilizando el conocimiento de una manera multidimensional tomando en
cuenta la complejidad. El autor en el Pensamiento complejo hace conocer que
este tipo de pensamiento no resuelve en
si mismo los problemas pero sirve de ayuda para las estrategias que si lo
harán.
Haciendo referencia a ese conocimiento
multidimensional es oportuno dar a conocer, la visión de una educación
multidimensional, esta se basa en cuatro pilares: "aprender a
conocer", "aprender a hacer", "aprender a vivir" y
"aprender a ser" y debería
desarrollarse no solo a nivel superior sino en todas las etapas de la
educación. Esto se traduce en una educación para la sociedad del saber en la
que los futuros ciudadanos deben conocer a la perfección los nuevos
instrumentos de interpretación del mundo; deben descubrir los mecanismos y las
intenciones ocultas que a veces subyacen en los medios de comunicación; deben
desvelar su funcionamiento y las redes de poderes asociados a ellos. De esta
forma los escolares desarrollarán un pensamiento crítico y autónomo, principal
objetivo de dicha educación multidimensional.
Por ello, es fundamental comenzar prácticamente desde el momento de la concepción, a proporcionar estrategias adecuadas para que las personas aprendan a utilizar al máximo sus capacidades. De esta manera, propiciará un desarrollo pleno de la multidimensional ida personal que genere conductas de éxito, poder y logros.
Se
debe entender que el aprendizaje por disciplinas impide ver lo global y lo
esencial en cuanto a problemas complejos, lo que trae como consecuencia diluir
la responsabilidad individual en la resolución de dichos problemas. Más que
nada se trata es de despertar la curiosidad y no de extinguirla con la
instrucción puesto que solo así se podrá llevar a cabo la aptitud natural de la
mente. Es necesario no caer en la contradicción puesto que es lo que nos ha
llevado al debilitamiento de la inteligencia general, ya que los problemas
fundamentales y globales ahora solo son protegidos por la filosofía y no se
alimentan de los aportes de la ciencia.
Por
lo que es indispensable enseñar los métodos que permiten aprehender las
relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un
mundo complejo, desarrollando la inteligencia general para resolver problemas,
usando el conocimiento de una manera multidimensional y tomando en cuenta la
complejidad, el contexto y sobre todo con una percepción global,
promoviendo un pensamiento que reconozca
y enfrente la incertidumbre de nuestro tiempo y
enseñar principios de estrategia que nos permitan enfrentar los riesgos
y transformar su desarrollo.
Es primordial para todos nosotros que la educación del futuro sea dirigida a un cambio de pensamiento dirigido a enseñar, a comprender y a tolerar. Lo cual debe contribuir a una toma de conciencia y sabiduría de nuestra sociedad, de nuestra patria, de nuestra bella Tierra.
En Venezuela todavía hoy en el siglo XXI hay poca Disposición y sentido de pertenencia para lograr verdaderas políticas que sustenten una educación adaptada a nuestras necesidades, a las nuevas tecnologías y a los cambios sociales para las que las nuevas generaciones deben estar preparadas.
Enseñar la Condición Humana
Existe la unidad humana la diversidad
humana al mismo tiempo, nuestra identidad individual asociada a nuestra identidad
como especie y la identidad social conforman un trinomio propio de la realidad
humana. Debemos entender que nuestro destino tiene la apariencia del destino de
la especie humana, del desino individual y el social complejos e inseparables,
donde se concibe que tenemos un destino y una condición común como ciudadanos
de la tierra. Esta aclaraciones nos hacen saber que cualquier acción que
apliquemos para resolver un problema o la toma de decisión para solventar una
necesidad individual se verá reflejado en otros individuos y por más que
intentemos no alterar la vida de los otros ciudadanos es imposible el no
hacerlo, ya que somos parte de este todo y aunque nuestra acción sea positiva o
negativa será necesariamente reflejada en otros.
En este orden de ideas podemos decir
que el ser humano es un ser racional e irracional, capaz de mesura y desmesura;
sujeto de un afecto intenso o inestable, el llora, serie, pero sabe también
conocer objetivamente; es un ser serio y calculador, pero también ansioso y
angustiado, ganador ebrio, estático, es un ser de videncias y de ternura, de
amor y de odio, es un ser invadido por lo imaginario y que puede reconocer lo
real, que sabe de la muerte pero no puede creer en ella, que segrega el mito y
la magia, pero también la ciencia y la filosofía.
Cerasmo, Montaigne, Pascal, Roussseau, se
volatizo no solo en la eufórica ideología humanística que llevo al hombre a
dirigir el universo, sino también en las ciencias humanas y en la filosofía.
Así mismo la educación debería mostrar
e ilustrar el destino con las múltiples facetas del humano: destino de la
especie humana, el destino individual, el destino social, el destino histórico,
todos los destinos entrelazados e inseparables, así una de las vocaciones
esenciales de la educación del futuro será el examen y el estudio de la
complejidad humana. Ella conduciría a la de toma de conocimiento, esto es,
conciencia de la condición común a todos los humanos y de muy rica y necesaria
diversidad de los individuos de los pueblos, de las culturas, arraigamiento
como ciudadanos de la tierra.
Una Educación que enseñe la identidad terrenal:
El horizonte planetario es fundamental en
la educación de hoy y del futuro: el desarrollo de un auténtico sentimiento de
pertenencia a nuestra tierra, considerada por Morín como la última y primera
patria, es imprescindible para el desarrollo de la conciencia antropológica,
ecológica, cívica y espiritual.
La historia tuvo su nacimiento en una
diáspora de todos los humanos destinados a cubrir cada uno de aquellos rincones
solitarios de la tierra, en donde diversidad de lenguas, religiones y culturas
hicieron su aparición en escena.
Hoy, la tecnología acerca la diversidad
humana y todos aquellos lenguajes secretos a nuestros oídos ya son más claros y
podemos, por fin, comenzar a caminar de la mano hacia un nuevo destino. Destino
que en la voz de Morín es volver a relacionar las culturas, volver a unir lo
disperso.
En este capítulo responde a la necesidad de que el hombre conozca su
lugar en el universo. El ser humano del siglo XXI no podrá entender su realidad
sólo comprendiendo su condición humana, sino interpretando, e internalizando la
condición del mundo que hoy se muestra en una era planetaria, cuya fase actual
es la mundialización. A lo largo de la explicación que da acerca de este saber,
Morín habla de la necesidad de un pensamiento poli céntrico, que tenga la
condición de un universalismo no abstracto, sino consiente de la
unidad-diversidad de la condición humana. Un pensamiento que siendo alimentado
por las culturas humanas respete sus límites individuales y profundice sus
lazos comunicantes.
El cuarto saber, formula que debemos
enseñar sobre la crisis que actualmente enfrentamos alrededor de todo el mundo,
producto de las acciones tomadas por las sociedades en los últimos siglos. Como
de ahora en adelante todos poseemos los mismos problemas de vida o muerte y
compartimos un destino común las sociedades por más remotas que estén, nos
corresponde trabajar para un mismo fin con estrategias y acciones diferentes que
contribuyan a no empeorar lo que ya está en deterioro. Aunque como se dice en
el libro de Pensamiento Complejo “la acción es estrategia”. La palabra
estrategia no designa a un programa predeterminado que baste para aplicar en el
tiempo. La estrategia permite, a partir de una decisión inicial, imaginar un
cierto número de escenarios para la acción, escenarios que podrán ser
modificados según las informaciones que nos lleguen en el curso de la acción y
según los elementos diversos que surgirán y alterarán la acción.
Enfrentar las incertidumbres:
La educación debería comprender la
enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias. Enseñar
principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos. Estar a la
vanguardia con la incertidumbre.
Se tendrían que enseñar principios y
estrategias que permitan afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto, y
modificar su desarrollo en virtud de las informaciones adquiridas en el camino.
Es necesario aprender a bordear en una inmensidad de dilemas a través de
abundancias de seguridad
Enseñar a abordar lo desconocido a partir
de lo conocido, generando técnicas y estrategias que les permitan a los
estudiantes desplazarse por el campo de la razón.
Enseñar la comprensión:
Medio y fin de la comunicación humana,
estudiando la incomprensión desde sus raíces
causas de los racismos, las xenofobias y los desprecios. La comprensión
es una de las bases más seguras para “la educación por la paz, a la cual
estamos ligados por esencia y vocación”.
La
comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños es en adelante
vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de
incomprensión. De allí, la necesidad de estudiar la incomprensión desde sus
raíces, sus modalidades y sus efectos
Comprender al compañero, comprender al
estudiante, comprendernos en el entorno, comprendernos todos, haciendo empatía
con nuestros semejantes como el medio en que mejor se resuelven los casos, lo
nuevo a través de un proceso dialectal.
La ética del género humano:
La
educación debe conducir a una “antropo-ética” considerando el carácter ternario
de la condición humano: individuo-sociedad-especie. Control mutuo por la
democracia y la ciudadanía, debe comprender el desarrollo conjunto de las
autonomías individuales, de las participaciones comunitarias y la conciencia de
pertenecer a la especie. Dos finalidades ético políticas: establecer una
relación de control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio de la
democracia, Considerar la ética del ser
humano, no considerándose como ser único, sino en comunión con la sociedad y la
especie.
A tal efecto, los docentes no pueden
quedar aislados a esa realidad, ni como agentes pasivos a espaldas de un
sistema que cada día los consume en lo rutinario y tradicional. En el eje de
esta opinión Morín propone tomar
consciencia de los paradigmas que mutilan el conocimiento y que desfiguran lo
real. A partir de esta reflexión, los docentes deben verse en la necesidad de
aprender a enseñar en contextos complejos, con una visión trascendental y que los lleve a comprender y a reflexionar
sobre su praxis pedagógica, como un continuo, practicando los procesos de meta
evaluación para redimensionar la práctica en comunión y a un nivel deseado.
Se debe reflexionar desde la esfera donde
nos encontremos y proyectar la práctica
pedagógica con el ideal de formar a la generación futura en y para desempeñarse
en la vida, para ello se necesita pensar
en el estado actual de proliferación de los conocimientos.
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